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El sol, es un protagonista diario en nuestras vidas. Lo disfrutamos en la calle, en los parques y sobre todo en esos fines de semana de playita. Sin embargo, detrás de su calidez se esconde el principal factor de envejecimiento prematuro y daño a la piel: la radiación UV.

En IDTDerm, sabemos que la protección solar  es el paso más importante de cualquier rutina de cuidado de la piel. No se trata sólo de evitar una quemadura, sino de proteger la salud y la belleza de tu piel a largo plazo.


¿Por qué la radiación UV es tan peligrosa?

La luz solar se compone de dos tipos principales de rayos ultravioleta que afectan nuestra piel:

  • Rayos UVA: penetran profundamente en la piel y son los responsables del fotoenvejecimiento. Causan arrugas, manchas, pérdida de elasticidad y flacidez. Están presentes durante todo el año, incluso en días nublados y a través de los vidrios.
  • Rayos UVB: Son la causa principal de las quemaduras solares. Afectan las capas superiores de la piel y son el factor de riesgo más importante para el desarrollo de cáncer de piel.

Protegerte del sol no es una moda, es una necesidad médica y estética.


El ABC de una Protección Solar Efectiva

Aplicar protector solar no es suficiente si no lo haces bien. Sigue estos tres pasos para asegurar una defensa completa:

A – Aplícalo a diario: El protector solar no es solo para la playa. Debe ser el último paso de tu rutina de cuidado facial cada mañana. Usa una cantidad generosa, equivalente a la medida de dos dedos, y extiendela por tu rostro, cuello y orejas.

B – Busca un buen protector: No todos los protectores solares son iguales. En nuestra clínica te recomendamos buscar uno que cumpla con estas características:

  • De Amplio Espectro: Esto significa que protege contra los rayos UVA y UVB. Busca esta etiqueta en el envase.
  • Factor de Protección Solar (FPS) 30 o superior: Un FPS 30 bloquea alrededor del 97% de los rayos UVB, mientras que un FPS 50 bloquea el 98%. No olvides que un FPS más alto no significa que puedas aplicar menos.

C – Cúbrete y reaplica: El protector solar pierde efectividad con el tiempo. Debes reaplicarlo cada 2 o 3 horas, o más a menudo si sudas mucho o después de nadar. Combínalo con medidas físicas de protección: usa sombrero de ala ancha, gafas de sol y ropa con protección UV para una defensa completa.


Más Allá de la Prevención: Tratamientos para Revertir el Daño

Si bien la protección solar es clave, entendemos que el daño ya puede estar presente. En nuestra clínica contamos con tratamientos dermatológicos y estéticos diseñados para reparar los efectos del sol en tu piel, como:

  • Peelings Químicos: Para atenuar manchas y mejorar la textura de la piel.
  • Tratamientos con láser: Para tratar la hiperpigmentación y las arrugas finas.
  • Bioestimulación: Para revitalizar la piel y restaurar su elasticidad.

La protección solar es la mejor inversión para el futuro de tu piel.

Si quieres una rutina de cuidado personalizada o tienes dudas sobre el estado de tu piel, agenda una consulta con nosotros. Estamos listos para ayudarte a proteger y realzar tu belleza natural.